jueves, 14 de octubre de 2010

QUE LA PASEN RIKO!!!!

Hoy es el concierto de Aerosmith. Estoy en la oficina oyendo los Greatests Hits de Aerosmith que segurísimo no van a quitar en todo el día. El 30% de mis compañeros de oficina tienen su mejor pinta concertera, tennis que aguantan un poquito el agua, saco abrigadito con capucha y chaqueta impermeable. Todos tienen su boleta por la que trasnocharon haciendo fila en algún Carulla y se gastaron un platal para ir al tan esperado concierto.
Si Aerosmith, o cualquiera de los que les ha dado por venir últimamente a Colombia, hubieran venido hace diez años o más, me hubiera desdoblado por ir a todos. Hubiera acampado cual metalero al frente del Simón Bolívar así fuera para ver a una de esas bandas donde el más joven tiene 95 años y les figuró venir a Colombia porque están quebrados, hubiera perseguido a más de una banda por el país o por Suramérica, hubiera tenido la colección completa de todos los discos originales -nada de bajarlos de Internet-, y más de una camiseta de ellos tendría.
Hoy, agradezco al cielo que ya hice tantas filas, me agarré con tantas enanas brinconas con maleta enorme y novio gigante que las sube en sus hombros todo el concierto y uno termina sin poder ver un carajo, aguanté tanto frío y gripas por aguaceros en conciertos, y me eché tanta plata, que no me da el más mínimo remordimiento de conciencia no volver a un concierto en mi vida.
Por el contrario, siento un fresquito indescriptible de no tener que repetir ese plan nunca más. Chévere ver el concierto en la comodidad del hogar, sin hacer filas, con un baño limpio que puedo usar cuando se me de la gana, con cuantas botellas de agua quiera tener, si quiero emborracharme viéndolo lo hago, no me tengo que quitar el cinturón ni llevar poncho, y lo mejor, ¡puedo ver el fokin concierto! ¡No tengo que empinarme o descolgar a la enana esa que está feliz en los hombros del gigantón, no me tengo que aguantar el olor a perro mojado del metalero que me tocó al frente, ni comerme el pelo del batipelo ese endemoniado, ni me tengo que contorsionar para ver la pantalla del concierto porque sólo veo cuatro puntos rojos que supongo son los pendejos que vine a ver!
Yo ya vi a los que tenía que ver: U2, Madonna, The Cure. Fui como a mil conciertos de Soda Stereo y de Cerati en solitario. Vi a Metallica, a Los Amigos Invisibles, a Belle and Sebastian, a Wolfmother, a ELO, a Gloria Estefan, a Bats for Lashes, a Charlie Zaa, a Vicente Fernández… ENOUGH. Amo la música pero el plan concierto me parece el plan pesadilla. Prefiero irme en flota hasta Buenos Aires sin parar que volver a un concierto.
De pronto me estoy volviendo una cucha amargada, los años me patean, qué se yo. Pero soy feliz con mi decisión de no volver a un concierto nunca jamás. A todos los que van hoy para Aerosmith, ¡que la pasen DELI! Frescos que yo les cuento qué pasó con Mauren Belky esta noche.

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